Ahora, Señor, que me dispongo a dormir, rezo con mucha fe
para que me concedas un hombre:
que no sea feo, que sea inteligente, cariñoso, fuerte, comprometido y lindo.
También compositor, poeta, albañil, plomero, pintor y carpintero y con mucho humor del que yo pueda entender.
Que le guste quedarse horas escuchándome, que piense antes de hablar y diga la verdad, sólo la verdad y nada más que la verdad.
Que le gusten mi familia y mis amigos, el fútbol no.
Que no ronque y que orine sentado para que no moje el la tapa del baño.
Que cuando diga que va a llamar no me haga esperar... y ademas llegue a la hora en punto a casa y sin olor a